Mi familia siempre a sido generosa con cada uno de nosotros, mis abuelos son de la época donde las familias eran numerosas y las navidades eran una tradición en casa, tengo 8 tios y cada uno de ellos se encargó de hacer lo mismo, tener varios hijos, por lo que hoy en dia cuento con un número grande de primos y primas. Yo estoy como en el medio de los primos, el joven que debía pedir permiso porque los demás ya eran grandes y los dejaban hacer cosas que a mi todavía no, por ejemplo, salir un domingo en la tarde con ellos era dificil, o ir a conciertos. Con el tiempo desarrollamos una bonita amistad entre mis primos y yo. Con el paso de los años ellos se enfocaron en sus estudios y cada uno salió del país, lo divertido era cuando llegaban en diciembre para vacaciones de temporada de fin de año. Cada uno tenía su dinero y salíamos a divertirnos bailar, compartir un trago, comer, pero uno de esos días nadie se imaginó que íbamos a amanecer en otra ciudad como ... Santa Marta. wwww.hotelcasacarolina.com
La historia fue así, a veces recordamos y es muy de película, como esa película de The Hangover, pero versión latina. Salimos normal de mi casa a encontrarnos en la Zona T de Bogotá, un día común y corriente pero que sabíamos algo podía suceder porque cuando nos encontramos era fiesta segura. Como de costumbre entramos a un sitio a mirar chicas y bailar, éramos más hombres que mujeres entonces decidimos fue entrar a un bar de cross-over , música latina , salsa, vallenato, regeton, electronica y pop. Nos metimos a un cuchitril a bailar.
Todo iba "normal" pediamos bebidas como jarras de varios tragos blancos y con cerveza para pasar la bebida, un poco de agua y lo tradicional de pasabocas. Con el paso de la noche fui sintiendo como el trago se apoderaba de mi cuerpo, y como corria por mis venas, y subía el tono de la presión, ya lo que había comenzado como una reunión de primos se iba convirtiendo en una mega fiesta. Conocimos un par de chicas extranjeras, lo que definitivamente hizo que la noche mejorará porque a veces la mujer local es muy difícil de cortejar y más cuando de encuentros de una noche se trata, la extranjera por otro lado es open minded.
La noche seguía y cada vez más presión en nuestros cuerpos por causa del alcohol, más calor por bailar todo lo que el Dj colocaba y mucha diversión porque la noche seguía prendida y no había hora para terminarla. A la media noche ya un poco prendidos salimos a comer algo, para balancear el cuerpo, nuestras amigas extranjeras nos comentaban que al siguiente día volaban para Santa Marta y tenían reservas para quedarse en Hotel Casa Carolina, un boutique hotel en el centro histórico de la ciudad, confortante y placentero, nos compartieron fotos del lugar y quedamos todos con la idea de viajar ya!
No importo nada y seguimos de fiesta con nuestras nuevas amigas europeas, la noche seguía joven, fue cuando una de ellas nos habló de un sitio en el centro de la ciudad un Piso 30 para seguir con la rumba pero aumentando un grado de extravagancia. Cada vez veiamos como la idea de arrancar para Santa Marta se sembraba en nuestras cabezas, pues todos contábamos con dinero fruto del trabajo y del cambio del dólar al peso colombiano además que ninguno tenía novia o esposa entonces no habia razon de peso que detuviera esta idea, sino más bien había razones para viajar esa misma madrugada.
La noche ya llegaba a su fin, 5:00am y parecía que nos fuéramos a derretir como Drácula cuando sale a la luz del día, ya todos estábamos convencidos de ir a un clima soleado, cálido, cerca del mar, poca ropa, bronceado, mucha cerveza y líquido y una buena compañía como la de estas alemanas que nos proponían cada vez más este viaje. A las 7:00am estábamos todos en el aeropuerto despidiéndose o despidiendonos de la ciudad? Eso no lo seguimos preguntando en todo el recorrido del centro al aeropuerto en taxi.
Nos acercamos a la mesa de tickets y preguntamos por sillas disponibles, como para seguir alimentando la idea y ahora todo estaba en manos del precio, !Voila¡ ... Habían tickets disponibles y sillas en económico disponibles. Y en cuestión de segundos se pasó la tarjeta de crédito y nos embarcamos todos, nos movíamos todos al compás de todas las canciones que no hemos parado de escuchar. Próxima parada Hotel casa carolina, www.hotelcasacarolina.com a preguntar por habitaciones disponibles.
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